La Sala Art Gallery: Una fiesta de color en la Noche Blanca
Es parte de una casona del siglo XIX ubicada en la Calle 60, cerca de la Iglesia de Santa Ana: con tres salas de fondo, de pisos de mosaicos, en sus muros se exhibe el trabajo de cinco artistas contemporáneos de nacionalidades distintas, reunidos bajo la conjura del pintor catalán Alfredo Romero.
Es La Sala Art Gallery de Mérida, que inició su andadura el 6 de marzo de 2015, un espacio que privilegia el diálogo estético y el encuentro de artistas plásticos jóvenes, con trayectoria y emergentes.
El sábado 21, en el marco del festival La Noche Blanca “Arte a tope”, este espacio recibió hasta la madrugada del domingo 22 a más de 500 personas que tomaron las calles del centro histórico y se sintieron atraídas por una efusión de luz y colorido en las obras de Alfredo Romero, la pintora meridana Patricia Loret de Mola, la pintora cubana Yamilet Valdés, el artista plástico veracruzano Manuel Zardain y el pintor oaxaqueño Miguel Manuel.
Esa noche, en un ir y venir constante, los paseantes ingresaron a la primera sala como si se internaran en un sueño de jardines selváticos, gracias a la exposición “My Secret Garden”, de Alfredo Romero, en cuyos cuadros estalla la luz intensa del Trópico para mostrarnos esa fiesta de color que se puede observar en árboles, plantas y flores de la región.
Como dice el catálogo, “es la mirada de un observador y analista de esos detalles vegetales donde el sol golpea con insaciable fuerza y las hojas intentan protegerse entre ellas, buscando la imposible sombra. El resultado es una colección de numerosas contemplaciones de flora sumergida en el sol, donde brotan estos destellantes colores que impregnan los lienzos, llenándolos de vida”.
Alfredo Romero (Barcelona, 1974) estudió bellas artes, arquitectura interior e historia del arte; ha sido profesor de diseño de interiores, escaparatismo y artes visuales; ha sido premiado en prestigiosos concursos de pintura, interiorismo y arte objeto; ha expuesto su obra plástica en Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, México y República Dominicana; fungió como subdirector de Educación e Investigación Artística del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC); ha sido seleccionado en la II Bienal de Arte Veracruz 2014 (México) y el festival Art Prize de Michigan (EEUU), además de ser finalista en la bienal de Campeche 2015.
En la segunda sala, la meridana Patricia Loret de Mola se estrena en el mundo del arte en su propia ciudad. Con los seis cuadros de mediano y gran formato de su colección Reflejos del Alma “Lo que no se dice”, una fiesta de color se adueña del espacio, un monólogo intenso, una introspección que se ceba con los recuerdos de la infancia. Al menos eso es lo que percibe el espectador en el lenguaje abstracto de la autora.
“La colección Reflejos del Alma encierra todo aquello que no se dice. Es un acercamiento conmigo misma, un primer contacto con lo más profundo, es emoción pura”, describe Patricia Loret de su trabajo que, añade, “refleja lo que soy, lo que vivo y cómo lo vivo. No hay secretos que pueda guardar sobre el lienzo, mi pintura es tramposa e inquieta; al final siempre termina desvistiéndome”.
Patricia Loret de Mola estudió comunicación publicitaria y empresarial y cursó una especialidad en escaparatismo en Florencia, Italia; ha colaborado con distintos artistas en sus talleres y ha realizado diversos cursos de pintura y artes visuales.
En la tercera sala domina una muestra colectiva: sobresale el trabajo de Yamilet Valdés, artista plástica cubana que se ha formado en México, aunque su pintura trae los aromas, colores y ambientes de la isla caribeña. Junto a ella, comparten espacio los cuadros de dos pintores mexicanos: el veracruzano Manuel Zardain y el oaxaqueño Miguel Manuel, además de dos cuadros de Alfredo Romero, distintos de los de sus jardines secretos.
Las exposiciones estarán disponibles para todo público hasta principios de julio. Con ello, alargarán los ecos de la Noche Blanca, un festival que se consolida cada año para convertirse en parte del imaginario cultural de Mérida.